Guadalest
El Castell de Guadalest, sin lugar a dudas, se alza como una de las joyas más preciadas de la Marina Baixa. Su principal característica es su castillo que corona la cima de una roca, sus calles empedradas repletas de historia, sus arraigadas tradiciones y unas vistas panorámicas extraordinarias, donde la naturaleza es la gran protagonista. En reconocimiento a su riqueza histórica y cultural, este destino fue declarado Conjunto Histórico Artístico en 1974.
Para explorar El Castell de Guadalest, es importante entender que se divide en dos áreas distintas: el barrio del Castillo, situado en la cumbre de la montaña y rodeado por las antiguas murallas del castillo, y el barrio del Arrabal, una extensión que se desarrolló posteriormente y se extiende por las faldas de la montaña.
Comenzamos nuestro recorrido en el barrio del Castillo, donde nos encontramos con unas imponentes murallas cargadas de historia. Estas murallas fueron erigidas por los musulmanes con el propósito de salvaguardar los tesoros en su interior. A día de hoy, algunos fragmentos se mantienen en pie y se pueden identificar las torres que se integran con armonía en el entorno natural. Pero, sin duda, el principal vestigio de las murallas es la puerta de acceso a El Castell de Guadalest, una estructura que evoca el pasado medieval de la localidad.
Otro punto de interés que no debes pasar por alto es la Casa de Orduña, una mansión noble del siglo XVII también conocida como la Casa Gran. Desde aquí, se puede acceder al Castillo de La Alcozaiba, una fortaleza musulmana que data del siglo XI.
Una de las particularidades que atrae a los visitantes es la impresionante cantidad de museos que alberga esta pequeña localidad. Entre ellos, destacan el Museo de Belenes y Casas de Muñecas y el Museo de Microminiaturas, que sorprende a todo aquel que lo visita.
Además, El Castell de Guadalest es el hogar del Museo de Saleros y Pimenteros, que exhibe una colección de más de 20,000 piezas originales procedentes de diversas partes del mundo, recopiladas a lo largo de los últimos 25 años. Sin duda, una curiosidad que no deja indiferente.
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